CEO de estatal de energía de Argentina: "La decisión de estatizar no puede ser impulso de que se cortó la luz"
En entrevista con El Cronista, Ricardo Torres criticó los subsidios del Estado para el servicio y consideró que es necesario distribuirlos mejor y aumentar las tarifas. Eso sí, reconoció que no es el momento por la pandemia.
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Ricardo Torres es CEO de Edenor -la empresa estatal de Argentina que distribuye electricidad a la zona noroeste de la Ciudad de Buenos Aires- desde hace ocho años y miembro del directorio de Pampa Energía.
No tiembla al hablar de la necesidad de aumentar las tarifas porque asegura que hay, por lo menos, 1,2 millón de sus clientes que pueden pagarlas perfectamente aunque reconoce que hoy no es momento de exigir sino de "bancar", por la pandemia. Dice que esos clientes que pueden pagar y se aprovechan del dinero de "un Estado pobre".
Con balas que pican cerca, habló con El Cronista, también, sobre los pedidos que surgieron para estatizar Edesur, la otra gran compañía del sector en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Aseguró que es una mala idea y que genera "ansiedad" entre los inversionistas pero que, "si los argentinos deciden que quieren tener el servicio público estatal, están las leyes y las formas para hacerlo".
- ¿Cómo impacta los pedidos que surgieron para una estatización de Edesur?
. Genera mucha ansiedad en el personal, en los accionistas e inversionistas, en los que te prestan plata, te venden cables. No está bueno. Si los argentinos deciden que quieren tener el servicio público estatal, están las leyes y las formas para hacerlo. Yo creo que no sería una buena idea. La sociedad tiene la posibilidad de comparar por primera vez. Antes de tomar la decisión apresurada, pregúntenle a los cordobeses y santafesinos si tienen un mejor servicio ya que ellos tienen empresas estatales. ¿Están más contentos, pagan menos, cuando se les corta la luz llega la cuadrilla antes, en la oficina los atienden más rápido? Pregunten porque sino vamos a meter la pata. Yo creo que el servicio que dan los prestadores privados es mejor que el que dan los prestadores públicos, es más barato y tiene mas controles. La decisión de estatizar no puede ser impulso de que se cortó la luz. En los barrios vulnerables, además, debería hacerse cargo el Estado nacional o provincial de la situación pero se lo sacaron de encima, se lo pasaron a los municipios.
- ¿Qué impacto les deja esta crisis en los costos de Edenor?
- Hay algunos costos que aumentaron. Todo se hace con menos eficiencia en el lugar porque trabajamos en espacios chicos y ahora se puede hacer solo de a un empleado. Hay más costos ahí pero hay menos por otros lados. Hay trabajos que directamente no los podemos hacer, aunque estaban previstos, por tratarse de tareas que no son esenciales.
- ¿Por qué Edenor está operativamente en rojo?
- Nosotros tenemos tres grandes fuentes de pérdidas. Hay un poco más de 7.000 pesos argentinos que se nos van porque están congeladas las tarifas desde hace un año y medio. Otros $ 7.000 porque en los últimos cuatro años las pérdidas por el robo de energía ha crecido muchísimo. Son pocos, pero irritan. Tienen un Audi, pero se roban la luz. Después están los que son más pero tienen que ver con barrios más vulnerables de Gran Buenos Aires, asentamientos. Hay muchos colgados, clandestinos, fraudulentos pero es gente que probablemente no puede pagar.
- ¿Faltan al menos unos $ 7000 más?
- Esos vienen de cuando en 2017 nos dieron las tarifas, después de la revisión tarifaria de 2016. El Estado dice qué servicio quiere dar, cuánto máximo se puede cortar la luz, a qué precio, en cuanto tiempo se debe llegar con la cuadrilla, cuantos minutos tardar en la oficina comercial, cuantas oficinas hay que tener. Nosotros le decimos que para hacer eso hace falta un monto de plata. Discutimos, nunca dan lo que se pide pero te dicen cuánta plata es y anda a hacerlo. El Estado divide esa plata entre todos los clientes, un poquito a las casas, un poquito a las empresas, al alumbrado público calculando cuánto vas a consumir. Dicen: los clientes van a consumir lo mismo que en 2015 más un 3% por año y lo reparte en esa demanda. Ahora bien, la verdad es que en vez de crecer 3% por año la demanda cayó 20% en cuatro años. Entonces hay toda una parte de nuestros ingresos que desaparecen porque la demanda no está.
- ¿El balance de este semestre entonces vuelve a estar en rojo?
- Viene mal. No puedo dar cifras porque todavía no se publicaron para el mercado (será el 10 de agosto) pero viene mal. La caja está en cero, pero igual hay que invertir en la red.
- ¿Pero las inversiones también cayeron en ese nivel?
- Si, pero el resultado es también que hemos dejado de pagarle a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. Estamos igual que en 2013 o 2014, cuando no podíamos pagarle a Cammesa por el congelamiento de las tarifas. Ahora estamos pagándole el 70% aproximadamente de la factura.
- ¿Los resultados serán parecidos al primer trimestre?
- No. El primero fue un mejor trimestre porque salvo 10 días no hubo cuarentena; y a medida que hay más inflación y más aumento de salarios y no de tarifas, está peor.}
- ¿Cuál es el nivel de deuda de Edenor?
- Tenemos una deuda de US$ 170 millones.
- ¿Qué perspectivas tiene sobre un eventual ajuste en las tarifas?
- Ahora no se puede discutir nada. Lo que pensamos nosotros y conversamos con el gobierno es que en este momento es comprensible, nadie puede pedir tarifas cuando el gobierno está metido 100% en el tema sanitario, la gente la pasa mal, muchos perdieron el trabajo, cerraron sus negocios. Este es un año tremendo y hasta que esto no se salga hay que bancar. Lo que hay que pensar es qué viene después, porque también sabemos que cuando esto se prolonga demasiado empieza a subir la cuenta que tiene que pagar el Estado y la baja de la factura en términos relativos con los salarios hace que la demanda crezca mucho y cada vez es una rueda peor. Yo pretendería empezar a discutir para el después.
- ¿Cuál es su propuesta?
- Básicamente la idea de siempre es que de todos nuestros clientes hay muchos que pueden pagar la tarifa completa, al igual que pagan cable, Internet o seguro del auto. La tarifa correcta, completa y sin subsidios. Otro grupo puede más o menos, y otros grupo necesita mucha ayuda. Hoy todos reciben un subsidio, con lo cual es injusto porque el que requiere mucha ayuda está recibiendo menos de la que necesita y el que no lo necesita la recibe. Hay una injusticia. Aunque la cuenta de subsidios sea igual hay que mejorar a quien se le da. Yo creo que el Estado tiene que pasar a gastar menos y, de hecho, nuestra propuesta era una disminución muy grande de los subsidios.
Los clientes de Edenor se llevaron unos US$ 500 millones de subsidios el año pasado. Unos US$ 140 millones se lo llevaron empresas en las que la electricidad representa el 2% de los gastos. Ninguno de esos se funde, abre o cierra por la luz. Son supermercados, hoteles, bingos. Reciben el subsidio y ajustan los precios todos los días, mientras el de electricidad es el 2% de los gastos. Ese subsidio no se justifica. Los otros US$ 270 millones se lo llevó un grupo de gente en el que 70% tiene más de un celular, tiene cable e Internet, la mitad tiene autos por lo que paga seguro y que representa 10 veces la factura eléctrica. Toda esa gente está recibiendo plata de un Estado pobre que no necesitan. Por supuesto, después está la gente que sí la necesita, el que no tiene gas y cuando llega el frío tiene que poner calefacción eléctrica. Hay que sacarse la traba política de que las tarifas no pueden aumentar y ver cómo se hace un plan que sea solidario y racional. Esto lo fija el Estado, que es quien dicen cuánto paga cada uno.
Lea la entrevista completa aquí.